¡Que sí! ¡Que no!

¡Que sí! ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!

Yo sé que encontraremos al yeti.
Yo sé que no existe en realidad.
Yo sé que ya casi lo alcanzamos.
Y yo sé que nunca aparecerá.

¡Que sí! ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!

Este desacuerdo hay que resolver
y el asunto aclarar.
Lo que hace ese sonido encontrar.
(¡Yeti, yeti, yeti!)

Yo aseguro que ese no es el yeti.
Yo aseguro que sí es.
Yo sé bien que ni siquiera existe.
Y yo sé que es él.

¡Que no! ¡Que sí!
¡Que no! ¡Que sí!

Ya este asunto urge resolver,
no las quiero oír gritar
Lo que hace ese sonido encontrar.

Es el yeti. ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!
¡Que sí! ¡Que no!

Reposición

Yo sé que el yeti existe en realidad.
¡Mira quién lo dice!
No hay tal yeti y digo la verdad.
¡Y yo te juro que existe!

¡Que no! ¡Que sí!
¡Que no! ¡Que sí!

Basta ya de discutir, imposible decidir.
A buscarlo, hay que salir.