Atrapa la mariposa

Te tengo. Te tengo. Te tengo.

Ya la tenía, tenía,
la mariposa hermosa creí atrapar,
pero volaba y el cielo me deslumbró
y estoy decepcionado y podría llorar.

Sí, la perseguimos por las alturas
y los valles y los ríos
y pues nada resultó.

Por el desierto, el desierto,
por los cañones y ríos y ella escapó.
Hermosa es en verdad, no lo puedo negar
y escapó, la decepción me atrapó,
y no lo quiero ni pensar.

Decepcionado está.
Sí, pues una mariposa yo quería atrapar.
Decepcionado está.
Sí, pues casi la tenía y logró escapar.

Esto ya nos cansó.
La mariposa ya no me importa, profesor.
Ya nos cansó, se rompió nuestra diligencia.
Ya nos cansó y no es una intransigencia.

No, miren, esperen.
Me pareció ver algo que volaba.
¿Dónde? —Ahí.
Sí. Es cierto, es la mariposa dorada.

Hazlo. Hazlo. Hazlo.
Atrapa la criatura de inmediato.
Mariposa, déjate atrapar.
No creo que logres escapar
porque he venido hasta acá
y en mi red pronto caerás.

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