¡El diario, el diario!

Me gusta mi trabajo,
es realmente especial.
En mi vieja bicicleta
me encanta pedalear.

Me levanto en la mañana
para el diario preparar.
Lo lanzo a las puertas
y empiezo a gritar:

¡El diario, el diario!
para todo buen lector.
¡El diario, el diario!,
una cortesía del repartidor.

Temprano en la mañana,
antes del amanecer,
ya conozco mi camino
y todo lo que debo hacer.

No importa si es muy lejos,
siempre voy a pedalear.
Pero de algo estoy seguro
y es que lo voy a entregar.

¡El diario, el diario!
para todo buen lector.
¡El diario, el diario!,
una cortesía del repartidor.

Reposición

Hoy es un día perfecto
para el diario entregar.
Las flores y la brisa
ahora puedo disfrutar.

Me siento muy contento
pedaleando sin cesar
y, a la primera casa,
sé que pronto he de llegar.

¡El diario, el diario!
para todo buen lector.
¡El diario, el diario!,
una cortesía del repartidor.

El bosque es espeso,
casi no ilumina el Sol;
prefiero otros caminos,
pues mientras más luz, mejor.

Si se vuelve tenebroso,
eso no me va a importar.
Yo continuaré mi ruta,
el diario tengo que entregar.

¡El diario, el diario!
para todo buen lector.
¡El diario, el diario!,
una cortesía del repartidor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario