A la emperatriz protegemos,
ella es la que manda en Francia.
Una misión tenemos: atrapar mosqueteros
para la nobleza tan rancia.
Valiente sus amos rescata,
actuamos con gran precisión,
pues no hay nada mejor que encerrarte en prisión
en nombre de la soberana.
En el nombre de ella, de ella, de ella,
luchar es el más grande honor.
En el nombre de ella, de ella, de ella,
luchar sin cuartel es una distinción.
Decimos "arret" que es "para".
Decimos "halt" que es "alto".
Decimos "detente" y, por supuesto,
que ahora quieres escapar. —Claro que no.
Y ocultarte. —¿En qué lugar?
Mas nosotros vamos a encerrarte.
En el nombre de ella, de ella, de ella,
en el nombre de la emperatriz.
En el nombre de ella, de ella, de ella.
Son unos malvados portándose así.
En nombre de la soberana.
En nombre de la soberana.
En nombre de la soberana.
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